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La fisiología de las aves no ha
sido objeto de mucha consideración, por lo que confiamos con esta obra
que algunos estudiantes puedan abordar el estudio de las relaciones estructura-función más firmemente. Y aunque de hecho esta publicación sea
una obra eminentemente anatómica y pueda ser utilizada como manual
de disección, no por ello dejamos de hacer referencia a aquellos tres períodos biológicos que, como C. H. Waddington señaló, dan significado a la
forma de los animales, o sea, la evolución, el desarrollo y la función.
Las normas de disección se distribuyen por todo el texto casi siempre
después de la descripción de cada sistema orgánico y de considerar su desarrollo. Naturalmente, los esquemas intentan completar y aclarar aquél,
aunque conviene señalar que no resulta siempre fácil el poder representar las estructuras con claridad en esquemas hechos a blanco y negro, por
lo que al interesado puede resultarle útil el pintar ]as arterias de rojo ; las
venas las representamos en trazos totalmente negros.
Las descripciones que hacemos a lo largo de esta publicación van referidas a las gallináceas domésticas. Pero considerando que la organización de las aves en general es bastante similar, igual podríamos utilizar
otras especies, como la paloma por ejemplo, teniendo siempre en cuenta que las diferencias que pudiéramos encontrar, habrían de ser mí-
nimas. Un ave de seis semanas puede considerarse como el tamaño más
apropiado para la disección, aunque el aparato reproductor no esté suficientemente desarrollado a tal edad. Cuando las circunstancias impidan
la adquisición de estas aves, podríamos utilizar pollitos de un día, haciendo la disección del mismo sumergido en agua, mostrando así sus estructuras con bastante facilidad. La disección de un embrión de veinte días
puede igualmente mostrarnos la transición entre los primeros esbozos embrionarios y los órganos totalmente formados del adulto. Además, y siempre que sea posible, debemos disponer de una colección de huesos preparados y proceder al montaje de un esqueleto.
Los distintos capítulos de esta obra van ordenados como debe corresponder a una disección sistemática, si bien dicho orden puede ser modificado. Si se van a estudiar los músculos con algún detalle, dispondremos
de un ave a tal fin como mínimo, pero también es verdad que en muchos
casos el sistema muscular conviene o puede ser estudiado al final, después
de haber precisado los otros órganos, y procurando que los músculos más
importantes queden intactos hasta ese momento. |