520 |
|
Esta etnografía, situada en recintos educativos de las ciudades de La Paz y El Alto, da cuenta de un espacio no formal de la escuela en el cual se generan situaciones de violencia encubierta entre estudiantes.Estas formas de agresión entre igulaes pueden pasasr a una alusión verbal aislada a formas sistemáticas de acoso que afectan física o sicológicamente a la víctima.
Mollericona, que se detiene en cinco episodios del trabajo etnográfico, encuentra que diferencias de género,opciones sexuales, ciertos rasgos físicos o de carácter de los estudiantes, diferencias etáreas e incluso la procedencia social pueden ser motivos para que ésta se inicie.En medio,el silencio, utilizado como instrumento de poder y residuo del miedo y la culpabilidad, termina haciendo invisible este problema, tanto a los ojos del propio sistema educativo como de la sociedad.
Frente a esta situación el autor propone estrategias de intervención que no sólo proceden de arriba:el sistema educativo, las autoridades o los docentes, sino que involucre a los propios sujetos:los agresores, los agredidos y los propios alumnos, entendidos como protagonistas de las acciones preventivas demaltrato entre iguales. |