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En el campo de la ciencia es ya costumbre consolidada que las superteorías estén dirigidas por un principio formal por una distinción directriz se diría modernamente. El caso paradigmático de la ciencia moderna lo constituye Kant. Sin que haya necesidad de ser un especialista, basta con que se consulte un manual de historia del pensamien¬to para darse cuenta de cómo él construye, a partir de una distinción reguladora, el método trascendental. La aplicación del método a priori a la problemática del conocimiento conduce a la famosa "revolución coperni¬cana". El nombre procede del hecho de que, para exponer su nueva hipótesis crítica, Kant toma como punto de com¬paración el cambio introducido por Copérnico en la con¬cepción del sistema solar. Así, si Copérnico pensó que había que dar una vuelta de campana a la hipótesis de base con la que los griegos habían explicado el movimiento de los astros, Kant piensa, análogamente, que hay que cambiar la hipótesis de base con la que la filosofía ha explicado hasta ahora el conocimiento. La nueva hipótesis consiste en suponer que no se rige el conocimiento por los objetos, sino al revés, los objetos por el conocimiento. Kant introduce su hipótesis en un célebre pasaje del prólogo a la segunda edición de la crítica de la razón pura. |