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El problema de una sociología del saber (1925), trabajo concebido como crítica de una obra casi homónima de M. Scheler publicada un año antes, constituye la primera incursión de Mannheim en el terreno de la sociología del conocimiento. Su contenido es esencialmente programático; apoyándose en un diagnóstico de la constelación intelectual contemporánea, Mannheim trata de establecer la necesidad de formular una sociología del conocimiento en clave historicista, para trazar a continuación sus líneas maestras. No se trata, sin embargo, de una obra marginal, tal como podría colegirse del interés casi exclusivo que, entre nosotros, se ha prestado a Ideología y utopía, pasando por alto trabajos menos resonantes. En sus páginas no sólo se manifiestan las fuentes de su obra posterior, sino que se adelanta la mayor parte de sus posiciones fundamentales. Y, muy especialmente, se deja ver la índole específicamente epistemológica, y no tanto sociológica, de sus móviles teóricos; razón. Última ésta de su radicalismo gnoseosociológico (el detonante principal de la famosa disputa suscitada en torno a la sociología del conocimiento en la Alemania de Weimar). |