520 |
|
La comunidad constituida a partir de muchas aldeas, comunidad perfecta, es la ciudad (...); surgió entonces, con el fin de preservar la vida, pero existe con el fin de vivir bien. (...) La razón por la cual el hombre es un animal político, más que la abeja y que cualquier animal gregario, es evidente (...). El hombre, por cierto, es el único de los animales que posee palabra. Porque la voz es signo del dolor y del placer, y por eso la poseen también los demás animales (...), pero la palabra tiene por fin expresar lo ventajoso y perjudicial, y por ello también lo justo y lo injusto (...) y es la comunidad de quienes tienen tales percepciones la que constituye una casa y una ciudad (...). Y quien no puede vivir en comunidad o que, por su autosuficiencia, de nada necesita, no es parte de la ciudad sino, en consecuencia, una bestia o un dios. |