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Desde hace un tiempo, y en cierto número de publicaciones previas, he buscado definir un abordaje de ciencia social que diverge sustancialmente de tradiciones existentes de pensamiento social. Este volumen ofrece una síntesis de esos escritos previos, y los expone en lo que espero sea un todo armonioso elaborado y consistente. El término vago «abordaje» de ciencia social comunica empero muy bien lo que a mi juicio son las reverberaciones metodológicas de la teoría de la estructuración. En ciencia social, por razones en las que se abunda con no poco detalle en lo que sigue, proyectos conceptuales que impartan orden y forma a procesos de indagación de vida social agotan en buena medida lo que es «teoría», y su utilidad. No quiero decir con esto, desde luego, que la teoría social no tenga el propósito de iluminar, interpretar y explicar aspectos sustantivos de una conducta humana. Quiero decir que la tarea de definir y validar generalizaciones no diré «leyes»- es sólo una prioridad entre varías otras prioridades o entre diversos propósitos de teoría social. El empeño de construir conjuntos de generalizaciones establecidas con certeza, vital (quizás) en los afanes de las ciencias naturales, no representa una ambición muy alta en ciencia social. Al menos, es lo que sostengo. Aldo Ferrer |