La tesis que se desarrolla en este libro es en realidad sencilla: la Constitución Política de un estado de derecho facilita el ajuste estructural entre el derecho y la política. Cumple así una función esencial a saber: pinta una solución política el problema jurídico de la autorreferencia y facilita una solución jurídica al problema de la autorreferencia política. Como todo legitimidad de la Constitución no surge de la nada, ni tampoco de la mera forma jurídica. La legitimidad de la carta magna descansa en un delicado equilibrio en una delicada combinación de derechos fundamentales y soberanía popular.