Milovan Djilas fue un influyente político yugoslavo que, tras ser una figura prominente en el régimen comunista de Tito, se convirtió en un feroz crítico del sistema. Su obra "La sociedad imperfecta" (aunque su libro más conocido y relevante para este tema es "La Nueva Clase"), ofrece una perspectiva profunda y desilusionada sobre la realidad del comunismo, especialmente en la Yugoslavia de posguerra. La crítica a la "sociedad perfecta" y la emergencia de "La Nueva Clase" Djilas, en sus escritos, desafía la idea utópica de una sociedad sin clases que el comunismo prometía. En su análisis, no solo del régimen yugoslavo sino del comunismo en general, argumenta que, en lugar de lograr la igualdad y la abolición de las clases, el sistema comunista dio origen a una nueva forma de explotación y opresión. Esta "nueva clase" a la que se refiere Djilas está compuesta por los dirigentes del partido comunista y la burocracia estatal. A diferencia de los capitalistas tradicionales que poseían los medios de producción, esta nueva élite no era propietaria formalmente, pero ejercía un control absoluto sobre la propiedad nacionalizada y, por ende, sobre la vida económica, social y política del país. Privilegios y contradicciones de la "nueva clase" Djilas detalla cómo esta "nueva clase" gozaba de privilegios materiales y de poder que superaban con creces los que cualquier sociedad normal otorgaría por el desempeño de funciones burocráticas. Estos privilegios incluían: Acceso a bienes y servicios exclusivos: viviendas de lujo, tiendas especiales, vacaciones en lugares privilegiados, entre otros. Control totalitario: La burocracia comunista monopolizaba el poder político y el ideológico, suprimiendo cualquier disidencia o crítica. Corrupción e impunidad: Al no estar sujeta a la rendición de cuentas, esta clase operaba con un alto grado de corrupción y gozaba de impunidad. Para Djilas, esta situación creaba una paradoja fundamental en el corazón del sistema comunista: la pretensión de abolir la explotación culminaba en una nueva forma de dominación, más sutil pero igualmente opresiva. La desilusión y la búsqueda de la libertad La experiencia personal de Djilas como parte de esta élite y su posterior ruptura con el régimen fueron cruciales para su análisis. Reconoció que los "cambios en esa sociedad comunista eran vacilantes e indefinidos" y que el sistema, a pesar de sus promesas, no lograba satisfacer las necesidades humanas fundamentales. En esencia, "La sociedad imperfecta" (y sus obras en general) es una crítica demoledora al totalitarismo comunista y a la naturaleza ilusoria de su promesa de una sociedad perfecta. Djilas sostiene que la imperfección es inherente a la condición humana y, por lo tanto, a cualquier sociedad. Para él, la verdadera liberación y el progreso no residen en la imposición de un sistema utópico, sino en la búsqueda constante de la libertad individual y la democracia, reconociendo la diversidad y la complejidad de las aspiraciones humanas. Djilas, con su obra, desafía al lector a cuestionar las ideologías que prometen soluciones absolutas y a reconocer que la mejora de la sociedad es un proceso continuo, imperfecto y que requiere la participación crítica de todos los individuos.