Al final de la "Advertencia" para la tercera edición de los Elementi di scienza política publicada en 1939, Gaetano Mosca, por entonces octogenario, hablaba de esta obra como de "su trabajo mayor" y "su testamento científico". En efecto, le había dedicado sus mejore energía durante cuarenta años, recogiendo y perfeccionando en ella algunas ideas maestras, a las que fue esencialmente fiel por más de medio siglo. Es necesario todavía agregar que, aun contribuyendo a la formación de la ciencia política, Mosca no se dejó atraer nunca por la ilusión o la presunción de que el camino fuese fácil y estuviese ya en gran parte recorrido. Se dio cuenta perfectamente de que las ciencias sociales habían dado muy pocos pasos desde el punto de partida; reconoció, acaso con un dejo de amargura, que la ciencia política en panicular se encontraba todavía en un estadio pre-científico, porque no había logrado establecer aún un complejo de "verdades indiscutibles". Creía firmemente en el progreso de la ciencia política, que se desarrollaría mparejadamente con la ampliación de los conocimientos históricos en el tiempo y en el espacio; pero no fue ni tan impaciente ni tan infatuado como para confundir sus deseos con la realidad.