El conocimiento histórico, por sus características propias, está siempre en proceso de enriquecimiento y de revisión. Tomando en cuenta este hecho, se entiende que el revisionismo forma parte de la práctica misma del historiador. A su vez, esta tarea se basa en dos componentes principales: 1.-Consiste en análisis crítico del conjunto de historiografía dedicada a un tema, periodo o lugar. Aquí, lo que se busca comprobar es la solidez de los documentos y testimonios que condujeron a establecer fecha y hechos del pasado, así como el origen y difusión ulterior de los textos que los expresan. 2.-Se busca el aporte de los nuevos datos basados en documentos y testimonios correctamente interpretados. De tal modo la tarea rectificadora se asocia con la elaboración de nuevas perspectivas, más sólidas, que contribuyen al pequeño inacabable de generar un conocimiento verídico del pasado.