Cuando llegamos a Bolivia nos dimos cuenta de la diferencia existente entre la configuración física de esta región más admirable del mundo, donde la naturaleza parece haberse complacido en colmarla de beneficios.Lo más sobresaliente en este imperio es la repartición de las aguas en su vasta superficie; magníficos ríos e innumerables corrientes de agua recorren en todas las direcciones de sus bosques y campos, dándole esa fertilidad que rodea de tanto prestigio el nombre de Brasil.Apenas traspasada la línea imaginaria que limita este país hacia el oeste, el viajero se encuentra ante una región que a veces sufre terribles sequías.En efecto, la parte de Bolivia más cercana a la frontera durante varios meses del año sólo se puede recorrer en canoa y, en las otras estaciones, las caravanas deben llevar el agua necesaria para su consumo.