Este libro se centra en los derechos y garantías que deben respetarse en los procesos judiciales cuando los acusados son menores de edad, bajo el marco de los derechos humanos y tratados internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niño. Armijo examina las distintas etapas del proceso penal juvenil, incluyendo la investigación, la fase de juicio y la ejecución de las sentencias. Además, profundiza en el rol de los actores involucrados, como jueces, fiscales, defensores y otros profesionales que deben adaptarse a un enfoque especial que priorice la rehabilitación y reintegración del menor en la sociedad. El autor destaca los principios rectores del derecho penal juvenil, como el interés superior del menor, la proporcionalidad de las sanciones y la minimización del uso de la privación de libertad. Además, analiza las medidas alternativas a las penas privativas de libertad, enfatizando el valor de una justicia restaurativa que busque reparar el daño y reinsertar al joven en su comunidad.