La verdadera riqueza de un país está en su gente, en su recurso humano. Un pilar fundamental de nuestra gente es su cultura. Mantener viva las tradiciones y preservar la cultura de nuestro pueblo son retos que permitirán que el encanto y la magia de las comunidades chiquitanas sigan siendo el imán que atrae e impacta a propios y extraños. Es en la gente que debe apoyarse el desarrollo, es por esfuerzo de los hombres y las mujeres del lugar que debe salir adelante la región.