El enfoque principal de la obra es la transformación y corrupción de las estructuras de poder entre las sociedades indígenas tras el contacto con los colonizadores. Chaminad sostiene que la llegada de los europeos alteró profundamente las dinámicas de liderazgo entre los pueblos originarios de América, con un impacto negativo en sus sistemas de gobierno y organización social.El autor argumenta que la corrupción de la dirigencia indígena fue un factor clave en la facilidad con la que los colonizadores pudieron someter a vastas poblaciones. Algunos líderes indígenas, por medio de pactos con los conquistadores, permitieron la explotación y dominación de sus propios pueblos. Chaminad examina cómo estos acuerdos, aunque inicialmente en beneficio de algunos líderes, terminaron destruyendo la cohesión social de las comunidades indígenas.