La agricultura Bolivia, como en casi todos los países subdesarrollados, constituye la base del sustento de gran parte de su población. En este sector coexisten una agricultura tradicional de productores campesinos que orientan su labor a los cultivos tradicionales y al mercado interno y una agricultura comercial que destina su producción a la agroindustria y al mercado internacional. Para el agricultor campesino, la tierra fonna parte de su cultura y de su VI a y a e a se aferra en las situaciones más críticas de la vida económica del país. Es por ello que la agricultura tradicional en gran medida ha cumplido y cumple un rol atenuador de contradicciones sociales, lo que ha permiitido que Bolivia, pese a su nivel de pobreza y falta de vertebración territorial, no haya incubado los graves conflictos sociales y la violencia que con gran preocupación vemos agudizarse en otros países de nuestra América. Esta situación, sin embargo, puede revertirse si no se orientan esfuerzos par garantizar al campesino la propiedad de la tierra, su tecnificación y el mejoramiento de su nivel de vida. La importancia social y económica que reviste la agricultura en el país hace que todo estudio y trabajo de investigación sobre su desarrollo y conformación, como es el caso del libro " Agricultura en Santa Cruz: de la Encomienda Colonial a la Empresa Modernizada". (1559-1985) que nos entrega Mario Arrieta y un selecto grupo de investigadores, sea recibido con verdadero interés.