El capitán Ñuflo de Chaves, en su expedición de 1558, cometió tres errores, dos de ellos con carácter de delito, y uno como hecho político conflictivo. El primero cambió la historia del cono sur, el segundo generó la Guerra del Chaco en 1932, y el tercero metió a los Cruceños en los actuales líos de no poder salir adelante con su propia soberanía política.