Este libro analiza -por primera vez desde una perspectiva totalizadora, a la vez completa y concreta- la situación de la sociología en la sociedad de consumo. El germen del análisis es una reflexión sobre el grupo de discusión: téc-nica de investigación surgida en los años sesen¬ta (Jesús Ibáñez es uno de sus pioneros), que ha ido desplazando a la encuesta estadística cada vez de más campos de estudio. Frente a la encuesta -superficial, represiva-, el grupo de discusión es profundo y expansivo: la encuesta capta lo feno¬menal -los discursos, el grupo de discusión reproduce lo generativo -los textos que producen los discursos-o Duran¬te un tiempo se pensó -al fondo la insurrección de Mayo¬que era una técnica liberadora (de la palabra, del cuerpo): pero su expansividad es una trampa, su profundidad permite una manipulación más a fondo. No hay ciencias verdaderas ni técnicas buenas: todas son instrumentos del capital (más complejos y potentes a medida que sus fines se hacen más complejos y potentes). El capitalismo de producción y acu¬mulación es individualista: produce individuos y los ajusta al orden mediante una ideología discursiva (su estructura es neurótica). El capitalismo de consumo es grupalista: consume grupos -los consumidores encadenados a los objetos me¬diante el consumo de los grupos que consumen los objetos¬ (la ideología se hace institucional, mero tropismo: su estruc¬tura es psicótica). Así se disipan las esperanzas de la libera¬ción por la palabra y los grupos. Ser revolucionario -persis¬tir en una rebeldía permanente contra la opresión- exige Ir más allá de la sociología, más allá de las dicotomías -bueno/ malo, verdad/error- que la fundan: plantear con radicalidad las preguntas sobre el origen.