EN medio de estas consideraciones se resaltaba la importancia de una política en materia de medicamentos consonante con la Política Nacional de Salud y en el contexto de la realidad económica y social del país. La garantía de la eficacia, la calidad y la seguridad de los medicamentos en condición para su conclusión en el Formulario y el uso racional de los mismos. Las indicaciones tanto positivas como negativas de los fármacos son indispensables para el buen uso de los mismos, por los trabajadores de la salud (profesionales médicos, farmacéuticos, etc) y el paciente.