En el siglo XIX por todas partes de Europa el estilo Imperio Francés influencio fuertemente el diseño de mobiliario en la primera mitad del siglo XIX. Los progresos posteriores constituyeron un resurgimiento de antiguos estilos mezclados con nuevas influencias y métodos de producción. Algunos realizadores de mobiliario se adaptaron al cambio; mientras continuaban produciendo muebles lujosos hechos a medida para los clientes acaudalados, también suministraron a los nuevos consumidores con artículos prácticos, sólidos y respetables.