En América Latina, como en Asia y Africa, una estructura administrativa estatal heredada de la colonia actuó como núcleo organizador de nuestras naciones, las que a pesar de tener una lengua común se vieron así mismas como distintas; sentimiento reforzado por el monopolio establecido por la legislación colonial que les impedía mantener relaciones comerciales entre sí. Regiones en gran parte heterogéneas se unieron formando un conjunto y se separaraon de otras; y así, con el paso del tiempo, se fue consolidando en cada uno de estos espacios un aparato estatal y un sentido de identidad colectiva relativamente sólido. En los países marcados por la modernidad capitalista, el Estado-Nación fue la culminación del proceso de formación nacional. En los países de nuestra américa, un complejo proceso que combinó causalidad histórica y voluntad colectiva impulsó al aparato administrativo poscolonial hacia la ocupación del territorio nacional en procura de un mercado unificado y la homogeneidad social que hiciera posible el desarrollo económico