Desde hace un tiempo, la obra de Pierre Bourdieu constituye un referente clave en distintos ámbitos académicos y no estrictamente académicos de nuestro país. Gente que ocupa distintas posiciones en el espacio social, investigadores, docentes, estudiantes, trabajadores sociales, militantes políticos, etc., encuentran en su pensamiento una referencia sólida, al menos en dos aspectos fundamentales: por un lado, en la construcción de conceptos puestos en funcionamiento de un modo relacional, que permiten dar cuenta de la compleja realidad social superando diversas falsas dicotomías, para guiar de manera adecuada una investigación, o para, en otros casos, permitir hacer una lectura más cercana de esa realidad; por otro, en una postura ética y políticamente clara y valiosa: la defensa de las grandes conquistas sociales de la historia y la lucha por la imposición de una manera de ver el mundo diferente, que sostiene la defensa de las víctimas de la dominación en todas sus dimensiones y que se funda en un proceso de creación colectiva capaz de ofrecer la utopía.