En la vasta discusión sobre interrelaciones entre población y desarrollo, existe una variada gama de temas que han merecido desigual atención de los investigadores preocupados por las consecuencias y determinantes de la dinámica poblacional. Por una parte, hay suficiente consenso y evidencia de que el proceso de desarrollo socioeconómico puede ser facilitado o entrabado por determinadas trayectorias seguidas por las variables demográficas. De ello dan cuenta los estudios que relacionan los impactos que una creciente población tiene sobre los recursos, la producción y el empleo, medio ambiente, necesidades de bienes y servicios que garantizan ciertos niveles aceptables de consumo y bienestar, entre otros aspectos de interés. Por otra, cuando se trata de examinar y evaluar las consecuencias demográficas de las variables orientadas a promover el desarrollo, este consenso es menor y la evidencia obtenida, junto con entregar un número de conclusiones provisionalmente validas, abre nuevas hipótesis e interrogantes que hacen de este campo un área fértil de investigación. Ello, en parte, se explica por dificultades de orden metodológico y conceptual relacionadas con la medición del propio proceso de desarrollo, como también de sus elementos componentes. En la medida en que estos procesos de desarrollo corresponden a fenómenos complejos, que envuelven componentes socio-culturales y económicos con ritmos de cambio distinto y que no pueden ser descompuestos con facilidad, la tarea de aislar factores específicos, a cuya acción independiente pueda atribuirse las alteraciones observadas en la trayectoria de variables demográficas y el comportamicnto de la población en el tiempo, se hace necesariamente no trivial. Es en este último campo en que se inscriben los esfuerzos por examinar de manera detallada los efectos demográficos de grandes proyectos de desarrollo. Al reducir su espacio de análisis, esta línea de acción pretende aprehender de forma en que los fenómenos socioeconómicos y demográficos se interrelacionan en torno a un problema acotado conceptual, espacia y temporalmente. Más aún este enfoque acepta la posibilidad de que no todos los denominados proyectos de desarrollo puedan tener consecuencias demográficas compatibles con metas deseables; de hecho, la experiencia muestra que en no pocos casos estas consecuencias no han sido Previstas por los planificadores del desarrollo y hasta llegan hacer indeseables.