El libro se centra en los eventos históricos y también incluye un estudio etnográfico que proporciona una visión más profunda de la vida y costumbres de las poblaciones indígenas en el contexto de los cambios traídos por la colonización. La obra es un recurso valioso para entender la compleja historia del oriente boliviano, destacando la interacción entre las culturas indígenas y los colonizadores europeos, así como las transformaciones sociales y económicas que resultaron de este encuentro.