¿Cómo definiría este libro? Lo definiría como un intento de aplicación y explicación sociológica del cooperativismo, cuyos ángulos de mira distan de las clásicas investigaciones históricas, jurídicas y/o administrativas del fenómeno en cuestión. La cooperación como proceso social, el cooperativismo como movimiento social o la solidaridad como acción racional con arreglo a fines son algunas de las variantes que planteo. Uno de los motivos que me impulsaron a estudiar el cooperativismo desde una perspectiva sociológica radica en el desconocimiento o 'sub valoración, de la Sociología como ciencia social, en tiempos en que las profesiones tecnocráticas gobiernan los centros académicos del país. Una segunda razón está relacionada con la presencia masiva de cooperativas en Santa Cruz, departamento que forjó gran parte de su progreso en la década de los 60 del siglo pasado a partir de la creación de entidades normadas bajo criterios cooperativos. Ahí están los casos emblemáticos de Cotas, CRE y Saguapac. En el presente, no se dispone de información exacta acerca del número de cooperativas en el país; sin embargo, según datos extraoficiales, sólo en este departamento, por citar un ejemplo, hay alrededor de 200 cooperativas de transporte, cifra creíble dadas las actividades productivas de la región. En otras palabras, el cooperativismo tiene un peso gravitante en la zona. De eso no hay duda.