El libro "La Tentativa Inidónea y el Código Penal de 1995" de José Muñoz Lorente es un estudio monográfico fundamental sobre una de las cuestiones más controvertidas del Derecho Penal: la tentativa inidónea o delito imposible. La obra se centra en cómo el Código Penal español de 1995 aborda y regula esta figura, que se sitúa en los límites entre lo punible y lo impune. Concepto y Problema de la Tentativa Inidónea La tentativa inidónea se refiere a aquellos casos en los que una persona intenta cometer un delito, pero los medios empleados o el objeto sobre el que recae la acción son radicalmente inadecuados para producir el resultado delictivo. El problema central que aborda Muñoz Lorente es determinar si estos intentos deben ser castigados penalmente y, en caso afirmativo, con qué fundamento. Un ejemplo clásico sería disparar a un cadáver con la intención de matar, o intentar envenenar a alguien con una sustancia inocua, o incluso intentar robar un bolsillo que está vacío. La pregunta es: ¿hay que castigar a quien muestra una voluntad criminal, aunque su acción sea objetivamente incapaz de dañar el bien jurídico? El Código Penal de 1995 y la Tentativa Inidónea El autor analiza en profundidad la reforma del Código Penal de 1995 y su impacto en la regulación de la tentativa (artículo 16 CP). Antes de esta reforma, el Código Penal distinguía entre tentativa "relativamente inidónea" (punible) y "absolutamente inidónea" (impune). Sin embargo, el CP de 1995 eliminó esta distinción explícita. Muñoz Lorente examina si esta supresión implica que toda tentativa inidónea es ahora punible, o si persisten criterios para distinguir los intentos absurdos o ilusorios que no deben ser castigados. La obra argumenta que, a pesar de la ausencia de la distinción anterior, es necesario mantener un límite a la punición de la tentativa inidónea, basándose en la objetiva peligrosidad de la acción. Principales Argumentos y Enfoque El libro se adentra en varios aspectos cruciales: 1. Fundamento de la Punición de la Tentativa Muñoz Lorente revisa las teorías que justifican el castigo de la tentativa, tanto las de corte subjetivo (que se centran en la voluntad criminal del autor) como las de corte objetivo (que atienden a la peligrosidad de la conducta para el bien jurídico). El autor, influenciado por la doctrina de su maestro José Manuel Gómez Benítez, se inclina por una perspectiva objetivo-subjetiva, donde la acción debe ser objetivamente peligrosa ex ante para la producción del resultado, valorada desde una perspectiva de un observador objetivo e inteligente. 2. Distinción entre Inidoneidad y Tentativa Irreal/Supersticiosa El autor se esfuerza en diferenciar la tentativa inidónea de la tentativa irreal o supersticiosa (por ejemplo, intentar matar a alguien con un vudú o un conjuro). Mientras que en la primera hay un intento de utilizar medios que, aunque ineficaces en el caso concreto, tienen una apariencia de racionalidad, en la segunda la ineficacia es absoluta e inherente a la acción misma, y no debería ser punible. 3. Criterios de Delimitación El libro propone criterios para determinar cuándo una tentativa inidónea es punible, analizando conceptos como el "plan del autor", la "peligrosidad objetiva de la acción" y la necesidad de evitar la punición de acciones que son meramente ilusorias o ridículas. Se discute la importancia del juicio de peligrosidad ex ante, es decir, si la acción, valorada en el momento de su ejecución, tenía la capacidad de poner en peligro el bien jurídico, independientemente de que finalmente no lo hiciera. 4. Repercusión Jurisprudencial La obra también aborda cómo la jurisprudencia del Tribunal Supremo español ha interpretado la figura de la tentativa inidónea a raíz del Código Penal de 1995, ilustrando con ejemplos prácticos las dificultades de aplicación y las soluciones adoptadas. En resumen, el libro de José Muñoz Lorente es una obra de referencia para comprender la compleja figura de la tentativa inidónea en el Derecho Penal español. Aporta un análisis dogmático profundo, buscando una solución que concilie la necesidad de castigar la voluntad delictiva con el principio de mínima intervención penal, excluyendo de punición aquellos intentos que, por su total falta de idoneidad, no representan un verdadero peligro para el bien jurídico.