La arquitectura y la educación expresan la evolución del ser humano. Si se considera el desarrollo de cada disciplina, se puede reconstruir el camino largo e irregular de la evolución histórica de las condiciones sociales, religiosas, económicas y políticas. La arquitectura aplicada en instituciones educativas expresa de forma contundente el pasado, el presente y el futuro de la sociedad, puede explicar e influenciar el carácter y la mentalidad de quienes viven y crecen en ella, tanto como su forma de entender la vida.