Una de las frases que es muy mencionada por diseñadores y la razón por la cual ha sido la motivación principal a que se lleve a cabo esta investigación es la de: “El cliente nunca sabe lo que quiere”, hay que tener una imaginación muy grande y una mente amplia además de ser los más creativos posible para pensar y construir lo que los clientes ni sabían que querían o necesitaban, esto se da mucho sobre todo en las empresas que tienen la necesidad de implementar un sistema nuevo para agilizar y mejorar algunos procesos, enfocándose en los procesos principales y lo más superficial, dejando de lado algunos subprocesos o detalles que parecen no ser muy importantes, pero si se quiere tener un control total de los procesos, cada uno de estos detalles tienen que estar bien definidos. Y es así como se da comienzo a la solución de este problema el cual lleva al estudio de una metodología llamada Arquitectura Empresarial que, en una breve definición, permite ver todo lo que un cliente necesita desde diferentes aspectos, partiendo desde lo que ya se tiene y definiendo lo que falta por implementar en los procesos de la empresa. La arquitectura empresarial, permite y conlleva a que se establezca una visión clara sobre los objetivos, las metas, y líneas de negocio en la empresa. Además, permite conocer de manera real, medible y definida, los espacios existentes entre el cambio de los procesos del negocio y la tecnología que estaría soportando los mismos, considerando las exigencias de la empresa. De esta manera se puede unificar, optimizar o eliminar aquellos procesos y tecnologías que puedan considerarse redundantes a fin de mejorar el desempeño y productividad de una empresa.