Historia de Mayta es a la vez una indagación y un apólogo. En un Perú degradado, de horizonte sombrío, el narrador reconstruye, a través del testimonio de quienes le conocieron, la historia del trostskista Alejandro Mayra, protagonista de una intentona revolucionaria en 1958 y preso luego diversas veces en circunstancias confusas. Al término de la encuesta, la confrontación con la realidad sitúa en su exacto punto de mira esta ácida historia quijotesca, versión lúcida, amarga y tragicómica de los maximalismos revolucionarios y la nostalgia de la epopeya, en la que Mario Vargas Llosa, volviendo a su país nativo como espacio de la reflexión novelesca nos depara a la vez una acre estampa de la depauperación de un ideal y un balance crítico sobre los dilemas de la izquierda latinoamericana, al tiempo que una de las manifestaciones más acabadas de un arte consumado de narrador.